GUERRA DE SUCESIÓN EN CUENCA 1710
En la ciudad de cuenca 4 del octubre
de 1710 compareció ante el escribano Bernabé Cabero el Regidor decano Marcos
de Morales Jaraba y dijo que antes de ayer jueves entre las 5 y las 6 de la
tarde llegó a la ciudad una persona con un tambor acompañado con una persona
que dijo ser vecino de la villa de Carrascosa del Campo y otras dos personas
que le seguían como guardas y naturales del lugar de Jábaga, que ya habían pasado
por otras villas como así constaba en su pasaporte.
Así a la entrada del puente frente a la ermita de Nuestra Señora del la Puente, el tamborilero, hizo tres llamadas a la que concurrieron varios vecinos entre ellos Sebastián de Iryela alguacil de la tierra, y después, aquellos hombres se acercaron a la puerta de Huete donde se hallaba de guardia D Juan Cerdán de Landa regidor perpetuo y receptor del Santo Oficio de la Inquisición que le preguntó al tambor a que venía. El tamborilero respondió que venía con cartas para esta ciudad. Juan Cerdán se percató que realmente lleva unos sobres cerrados que como destinatarios figuraban los Corregidores de la ciudad, el Dean y Cabildo de la Santa Catedral y como remitente figuraba el Mariscal de Estarbemberg.
Inmediatamente el gentío se agolpó y
los lloros y gritos tomaron las calles, a lo que el Regidor Decano intentó a apaciguar
y animar a sus conciudadanos. Aún así el desasosiego se extendió entre los
presentes.
Por otra parte, Juan Cerdán llevó a
los emisarios a sus casas de morada donde recogió las cartas. Sobre las nueve
de la noche, en aquellas casas, se reunieron los regidores y vieron que la
carta del Mariscal solicitaba que se acudiera a su campo del regimiento de Canillejas
para tomar las ordenes pertinentes sino esa ciudad sufriría el rigor de la
Guerra y otros efectos nocivos.
Aquellos regidores acordaron que debían
reunirse con el Obispo, el Dean, miembros de la Inquisición y beneficiados de
las diferentes iglesias para discutir si se mantenían al servicio de su majestad
o bien a la esta nueva República.
Al día siguiente por la tarde en el
palacio episcopal se reunieron el Obispo, Fernando de la Encina abad de
Santiago, Pedro Negro canónigo magistral, El cura Romero de San Andrés,
Francisco Zorilla cura de San Pedro, el Prior del concento de San Pedro y los
Regidores de la Villa.
Se comentó que la población muy
alterada por los saqueos robos de los Micheletes como paso en Huélame y Tragacete
que la ciudad no tiene víveres, munición, ni hombres por las listas que ya se habían
realizado por parroquias de la ciudad. La ciudad fue muy castigada desde 1706
cuando la ciudad cayó a manos de las tropas de Inglaterra y Portugal.
Se acordó se fiel a Felipe V y dar
aviso al coronel Vallejo que se encontraba en Sigüenza.
Por su parte Marcos de Morales Jaraba,
Juan de Navalón menor, Luis de Beamud Diego de Azcaray y el escribano Bernardo
de Cabero se comprometía a no abandonar la ciudad.
Autores
Sebastián Hernández de Luján
Juliana Toledo Algarra
Fuente
AHPC. Protocolos Notariales. Escribano Bernabéo Cabero. 1710
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