ASESINATO DEL PRESBÍTERO TOMÁS SIMARRO A MANOS DE JUAN DE ALARCÓN EN EL PERAL. DICIEMBRE 1631. HECHOS Y CONDENA
ASESINATO EN EL PERAL
El Peral 26 junio 1634, Gabriel López Herrero en nombre de Juan de Alarcón,
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Iglesia de la asunción del Peral. En http://www.turismocastillalamancha.es/ |
preso en la cárcel real de la villa de San Clemente, dice que, estando retenido en la iglesia mayor de la dicha villa, con 3 ministros con fuerza y violencia, yendo contra la inmunidad eclesiástica y con fuerza y violencia, con nota y escándalo, lo sacaron de dicha iglesia y lugar sagrado y lo llevaron a la dicha prisión, donde lo tienen con rigurosas prisiones. A Vm pido y suplico, mande dar su mandato con censuras, y la sentencia para que en breve tiempo, vuelvan e instituyan a mi parte a la dicha iglesia y lugar sagrado, de donde fue sacado, libremente sin coste, lesión ni afrenta, que siendo necesario me ofrezco a probar.
HECHOS:
Juan de Alarcón 15 diciembre 1631, sin causa ni razón que para ello hubiese, y con poco temor de dios, entro en casa del Lcdo Tomás Simarro, clérigo presbítero de la villa de El Peral, a las 9 de la noche, y le dio una estocada que le atravesó, y de que murió brevemente, y así mismo con ayuda de otros, dio muchas heridas a Ginés Cambronero, hermano de dicho Tomás Simarro, de las cuales así mismo murió. y por haber cometido tan grave delito, en las casas del susodicho, y sin ninguna defensa, y mucho más por no haber habido causa para poderme prevenir.
En la villa del Peral en 15 diciembre 1631, como a las 9 de la noche, poco
más o menos, Pedro López de Espinosa, alcalde ordinario en ella y su tierra,
por el rey nuestro señor y estado de hijosdalgo. Dijo que a su noticia ha venido,
que en casa del Lcdo Tomás Simarro, presbítero de esta villa, ha habido a hora
poco cierta, pendencia de la cual el susodicho y Ginés Cambronero su hermano murieron,
pide información de testigos.
** Francisca Martínez García, mujer de Ginés Cambronero, de edad de 27 años,
dice que su marido le mando fuese a casa del Lcdo Tomás Simarro, que él se acercaría
después, pues iba a casa de Juan del Barrio y estando en casa de su cuñado a la
lumbre, oyó al Lcdo Tomás Simarro decir
" que me matan ", salió a la puerta de la calle y vio era su
marido, y que lo estaba mal tratando Diego de Tresjuncos, hijo del Lcdo Ginés
de Tresjuncos. Y para que el susodicho no pusiese en ejecución su mal intento,
ni matase a su marido, por cuanto no tenía con que defenderse, acudieron a
quitarlo y a quitarle la espada, por entender por este camino se excusaban
muchos daños, se entraron en casa de su cuñado.
Acudió el Lcdo. Juncos, padre del dicho Diego de Tresjuncos y Ginés
Tresjuncos, que lo conoció en la voz, diciendo “abrir infames”, pidiendo hachas
y destrales, para romper las puertas. Como en efecto las rompieron y despiezaron,
como se ven de vista de ojos, por estar en su presencia al tiempo que paso. Acudió
Juan de Navalón, aunque está testigo no lo vio.
Entró el Lcdo Tresjuncos y sus hijos, y cogieron a Tomás Simarro, y el
Lcdo. Juncos dijo...””traidores!!! matar
a este mal clérigo, y Juan de Alarcón le tiró una estocada, o estocadas. Bartolomé
García, cuñado de esta testigo, dijo no ves que lo matas, y trato de poner paz,
como le había dado cuchilladas a su marido, salió con 2 en la cabeza, saliendo
mucha sangre, sin una contusión. Y los que tenían espadas desnudas y tiraba
golpes es el que tiene referido, y Ginés de Tresjuncos, que lo conoció en la
voz, aunque no le vio la espada.
Estando en esto el Lcdo Juncos, sin atender a lo que decía, sacó como
arrastrando del cuello hasta la puerta de la calle al dicho Tomas Simarro y
Diego de Tresjuncos volvió a entrar a la casa del dicho Lcdo Simarro y con un
montante, y entro en la cocina diciendo “traidores donde estáis”, Y hallo a
esta testigo junto a la lumbre y le dio con el montante un palo en el brazo
izquierdo y la tendió en el suelo. Luego acudió con otros a una niña de hasta 7
años, le dio en los ojos y carrillos. No hallaron más gente porque se escondieron
y no hizo más.
** Barbara García, mujer de Juan Simarro, de 30 años. Oyo decir...que me
matan!!! Salió a la puerta con un candil
en las manos, y al abrir la puerta, vio a Ginés Cambronero en el suelo, y Diego
de Tresjuncos hijo del Lcdo Juncos, sobre él, dándole con la espada. Fue a
apartarlos para evitar una desgracia. El Lcdo Juncos y su hijo Diego de
Tresjuncos y Juan de Navalón, con un matagallo, porque como tenía la luz los vio
y los conoció. El Lcdo Juncos, comenzó a decir ....al traidor clérigo, haciendo
fuerza en las puertas, y pidiendo hachas y destrales para romperlas, que las
trajo Juan de Navalón que las tiene por ser carpintero. Y con ellas rompieron y
desquiciaron las puertas, y entró el Lcdo. y su hijo Ginés Tresjuncos.
Bartolomé Moreno, Juan de Alarcón, Juan Navalón y Francisco Villora con sus
espadas. El Lcdo. Juncos acometió al Lcdo. Tomás Simarro, le cogió la cabeza,
le ayudaba su hijo Diego de Tresjuncos. Y estando en esto Juan de Alarcón le
dio una estocada, que es la que tiene encima de la ingle derecha, y le salió
por la espalda, a peligro de muerte.
Los dichos Ginés de Tresjuncos, Bartolomé Moreno y los demás, dándole favor y ayuda le tiraron muchos golpes, y cuchilladas al dicho Ginés Cambronero. Y Bartolomé Moreno le dio en la cabeza las que tiene. Ginés Cambronero dijo ¡!muerto soy!!! y se cayó en una silla, y ahí está a pìque de ello. Después Diego de Tresjuncos con un montante, porque está testigo lo vio todo muy bien, por tener la luz en sus manos. El Lcdo. Juncos le decía al Lcdo Simarro lo había de llevar a la cárcel, y el Lcdo Simarro decía que lo dejase, porque estaba muerto, antes pedía confesión, y lo llevo a casa de Simón Monedero, cura de esta villa.
*** Dr. Pedro Grao, y Gabriel Saiz y Miguel Herrero cirujanos
Dicen que las heridas se tienen por peligrosas de vida, y principalmente
pasando de una parte a otra del cuerpo, como es la que tiene el Lcdo Simarro. Han
curado a Ginés Cambronero de 2 heridas en la cabeza cortantes, hasta cortar el
casco y se han sacado muchos huesos de ella. Las hemos curado metódicamente, le
hemos quitado todas las asperezas que en el dicho casco había, no podemos
asegurar no sean penetrantes. Hemos quitado las asperezas con las rimuelas, lo
más y mejor que hemos podido.
Se ha dado noticia al sr. Francisco de Villavicencio, caballero de la orden
de Alcantara, corregidor de la villa de San Clemente, diciendo que en El Peral había
sucedido una pendencia y estaba culpado uno de los alcaldes ordinarios. Por ser
la causa tan grave, manda hacer cabeza de proceso a la averiguación. Mando
fuere a la dicha villa, el alguacil y escribano, con comisión de su merced, a
prender culpados y secuestrar bienes, y traer los autos originales.
En la villa de San Clemente en 18 diciembre 1631, Francisco de
Villavicencio, corregidor de la villa de San Clemente, dice que ha tenido
noticia su merced, que en la villa de El Peral, una de su partido, han herido
de muerte al Lcdo Tomás Simarro, presbítero de dicha villa. Y que un alcalde de
la dicha villa, ayudado de otras personas y de un hijo suyo, ha cometido dicho
delito. Las averiguaciones que se debían
hacer, no se han hecho, ni se hacen por la justicia ordinaria de dicha villa,
por haber cometido dicho delito el alcalde. Pertenece a su merced el
conocimiento de dicha causa, como corregidor y juez superior de esa villa. Mando que Fernando de Iniesta Olivares, a
quien nombra por alguacil, juntamente con Bartolomé de Atienza, escribano del
rey nuestro señor, vayan a la dicha villa de El Peral, y con poder del escribano
de dicha villa ante quien pasara dicha causa, tomen las averiguaciones
necesarias de dichos delitos, prendan a los culpables, los pongan en la cárcel
de dicha villa en fiel custodia. Traigan ante su merced los autos originales,
para que vistos provea lo que se ajustase. Cobren su salario de los días que en
ello ocupasen, de los bienes y hacienda de los culpables. Encarguen a los alguaciles ordinarios, y demás
justicias de dicha villa, que los presos que había por dicha razón, los tengan
en guarda y custodia, por las personas que les pareciesen, además de los daños
que resultaron.
Así mismo dejaron encargado a las dichas justicias, vayan continuando las averiguaciones, prisiones y secretos, y lo demás que convenga, sobre las penas. Y mando a cualquier justicia y personas particulares a quien perdiere de favor y ayuda, para susodicho, se lo den y hagan dar, para que tenga efecto. Firmado D. Francisco de Villavicencio y Cuenca. Lcdo Antonio de Quiroga, ante mí Diego de Llanos, escribano.
En la villa de El Peral a 24 diciembre 1631.
Se le toma declaración al Dr. Grao y a los cirujanos, dijeron que han visto
el cadáver, que estando animado le han curado de una herida bajo de las
costillas, en el costado derecho. De su esencia y peligro y en otros han dicho
lo que acerca de esto estudian y les parecía. Y ahora a la presente ocasión, ha
visto y reconocido el cadáver y la herida. Y ha hallado que por peligro que
siempre ha habido, y por ser de necesidad mortal, a la cual, y de otra de esta
manera llaman los autores grandes heridas, por el peligro y nota que tienen de
ella y dar calentura. Han sido mandados por su merced del sr alcalde, que si convenía abrir el sujeto para esta declaración. Les pareció no había necesidad
ninguna de abrir dicho sujeto, porque cuando hay alguna dificultad, da lugar a
la medicina y cirugía a tal obra, más siendo cosa tan evidente y manifiesta
como esta, les ha parecido no abrir. Todos han convenido unánimemente ser
bastante la herida y el accidente de la calentura para haberse muerto, sin que
haya habido ocasión ninguna de desorden de comodidad, ni alimentos contrarios
para haberle precipitado la muerte.
30 Diciembre 1631
El Lcdo Antonio Quiroga, mandó parecer ante sí a Ana García, mujer de Ginés
Cambronero. Dice que lo que tiene dicho es verdad y lo reafirma. Dice que con
ruido y alboroto, vio como Juan de Alarcón dio las heridas, que el Lcdo
Tresjuncos, alcalde ordinario de esta villa, tenía asido al dicho Tomás
Simarro. Y el Lcdo Tresjuncos dijo a su hijo, traidores mátame a este mal clérigo.
Entonces Juan de Alarcón que había entrado, le tiro una estocada con la espada
desnuda a Tomás Simarro, e hizo fuerza con ella que le pareció a esta testigo
que se le doblaba. Y dijo esta testigo...ayyy traidor que lo has muerto. Y lo
vio todo porque llevaba un candil que alumbraba muy bien, y vio que Juan de
Alarcón llevaba puesta una valona de punto.Cuando gritó esta testigo...que lo
has muerto, Juan de Alarcón la miro con ojos aireados. Y el lcdo. Tresjuncos
dijo...bellacas, quitaros allí. Que estas palabras se le olvidaron en la
declaración. Preguntada si sabe la pendencia que tuvo Diego de Tresjuncos con
su marido Ginés Cambronero, respondió. No sabe pendencia alguna con el Lcdo
Tresjuncos ni con sus hijos, salvo que, con la compra de la vara de Alguacil
Mayor de esta villa, que la compro Juan Simarro su cuñado, al Lcdo. D. Miguel
de Monsalve, abogado de los consejos, le pesó mucho al Lcdo Tresjuncos. Y sabe
esto ha tenido con Juan Simarro algunos encuentros y desafíos, y oyó esta
testigo a Juan Simarro, como el agosto pasado, Diego de Tresjuncos le había
acuchillado viniendo de la era, y le había dado una herida en un capotillo que
llevaba. El día de Sta Lucia, Catalina Saiz mujer de Juan de Navalón, tuvo
palabras de pesadumbre con esta testigo en la calle, y se dijeron una a otra
desvergonzada, y se ocasiono esta pesadumbre, de haber dicho un aviso Catalina
Saiz a su madre. Y que esta decía que un muchacho suyo hacía barraganas, como
Juan de Navalon, su padre.
Y el día que sucedió la pendencia, Juan de Navalón se puso la espada, que
algunos días solía llevarla. Y fue algunas veces a las casas de Diego de
Tresjuncos, lo sabe porque lo ha oído decir, no sabe a qué personas o
particulares. Y ha oído decir que Juan de Navalón es deudo, y no sabe en qué
grado del Lcdo Tresjuncos. También ha odio decir es primo segundo de Miguel de
Palomares, guarda que le asistía en la prisión cuando se ausento de ella, y el
guarda también huyo.
** Ana García mujer de Juan Simarro
Preguntada si sabe porque acuchillaron a su marido, dice sabe que Diego de
Tresjuncos le tenía mala voluntad a Ginés Cambronero y a Juan Simarro su
marido, por una vara de alguacil que compro su marido. Dice que viniendo de la
era su marido, salieron a él Diego de Tresjuncos, Ginés de Tresjuncos hermanos,
hijos del Lcdo Juncos, y Bartolomé Moreno hijo de Alonso García Moreno, y
Francisco Valverde, y le acuchillaron todos cuatro. Y se les quebró la espada,
y le dieron una cuchillada en un capotillo que llevaba, el cual exhibe y
muestra en ella una señal a modo de cuchillada, en la faldilla derecha de la
espalda del capotillo. Juan Simarro vino
corriendo a su casa a por armas, los alcaldes tuvieron noticia de ello. Y antes
de esto Diego de Tresjuncos, Ginés de Tresjuncos vinieron a casa de esta
testigo, a desafiar a Juan Simarro, diciéndole que saliese. Esta testigo les
dijo que se fuesen con dios, y viendo que uno venia, por una parte, y el otro
por otra, sospechando mal cerró la puerta, y no dejo hacer a su marido, ellos
le vieron. Y decían sal aquí, bien sabemos que estas dentro.
Esta testigo desde su casa, oyó voces que daba el Lcdo Tresjuncos, que le
conoció en la voz, decía voto a dios que si no vengáis esto, no os tendré por
hombres. Luego salieron los hijos y vivieron a casa de esta testigo, y paso lo
que tiene dicho con la muerte. Vio que Bartolomé Moreno hirió a su marido, con
un golpe de espada en el brazo, que le derribo un pedazo de carne, y vio salir
mucha sangre de la herida. Juan Navalón traía un arma que se llama matagallo,
es un pedazo de palo con 2 tercios de largo, y rematado con una cadena de
hierro de media vara de largo, y al fin de ella pendiente de una libra, la cual
jugaba a 2 manos y hacia rueda. Preguntada que más personas había en los
hechos, dijo Ana hija de Ginés Cambronero niña de hasta 7 años, Úrsula
Cambronero hija de Ginés Cambronero de hasta 14 años, y no había nadie más.
Sentencia
Condena a Juan de Alarcón sea sacado de la cárcel pública de esta villa, donde está, sea atado de pies y manos, con soga a la garganta, y en forma de justicia se entre en un serón. Con voz de pregonero que manifieste su delito, sea arrastrado y llevado a la plaza de ella, donde mando este hecha una horca, y de ella sea colgado y hasta que naturalmente muera. Y pasadas 24 horas sea quitado de dicha horca, y cortada la cabeza, la cual se lleve a la villa de El Peral y en la parte donde se cometió el delito, sea puesta unas escarpias. El cuerpo se haga cuartos y se ponga en 4 caminos reales, donde se acostumbrase a poner. Y ninguna persona sea osada a quitar dicho cuerpo de la horca, ni la cabeza, ni los cuartos del cuerpo, Sopena de la vida y perdimento de bienes.
Le condeno a perdimento de todos sus bienes, que aplico por mitad a la cámara
de su majestad y gastos de justicias, y en las cotas, gastos y salarios de este
pleito.
Firmado............Licenciado Quiroga
San Clemente 17 junio 1634
D. Juan Pacheco y Guzmán, alcalde mayor de S. Clemente, dijo que a su
merced se le ha dado noticia, que Juan de Alarcón, vecino de la villa de El
Peral, en la cárcel pública de esta villa, condenado a muerte sobre las muertes
del Lcdo Simarro clérigo presbítero, y Ginés Cambronero su hermano vecino de
dicha villa. Y a cargo de Juan de Carboneras que hace oficio de alcalde, ha
rompido y quebrantado la prisión. Le ha vuelto a la cárcel, para castigar a los
culpables mando hacer cabeza de proceso.
** Juan de Carboneras, dijo que siendo las 5 de la mañana poco más o menos,
este declarante abrió la puerta de la cárcel, para que saliese Catalina García,
madre de Miguel de Lara alcaide propietario de la cárcel. Salió la susodicha,
este declarante cerró la puerta dando 2 vueltas a la llave, y fue hacia su casa
dejando la puerta cerrada. Al cabo del tiempo, estaba el declarante junto a la
cárcel, ya que venía de su casa, y le dijeron como se había salido de la cárcel
Juan de Alarcón. Oyo decir a Alonso de Alarcón, que Juan de Alarcón había dicho
en su presencia, que tenía una llave que venía a todas las puertas de la
cárcel. Es de edad 47 años.
** Alonso de Alarcón, hijo de Tomás Saiz de Alarcón, vecino de esta villa. Dice
vino a la cárcel hacia las 5 de la mañana, para darle a Juan de Carboneras en
su casa una arroba de vino, para los peones de Francisco Mtnez Macacho, presbítero
de esta villa. Entró dentro del zaguán de la cárcel, hablo con Juan de
Carboneras que había cerrado la puerta con la llave de la loba, y le dio 2
vueltas a la llave, y este testigo empujo la puerta para ver si quedaba
cerrada. Le dijo este testigo vaya Vm a su casa por el vino, que yo voy por un
poco de papada de tocino a la tienda de Lara, que está en la plaza, enfrente de
la cárcel. Lo vio ir a su casa, porque vio traspasar la esquina de la casa de
Julián de Molla. Este testigo compró el tocino, y se volvió por la calle de la
Feria abajo, y vino por la calle de detrás de las carnicerías. Desde la esquina
vio como un hombre iba dando saltos, con un par de grillos, para la iglesia. Este
testigo después de lo que vio, acudió a la cárcel y cerro el cerrojo, para que
no saliesen los demás presos. Oyo una voz dentro del calabozo bajo, que no conoció
de quien era, que dijo anda vete, no sabe quién lo dijo ni a quien. Entro
dentro del zaguán, y vio a Diego de Iniesta y otras personas que viven en la
cárcel. Este testigo fue a casa de Juan de Carboneras y lo encontró en el
camino, y le dijo se había salido un preso de la cárcel. Este testigo se fue a
su casa y tomo el vino que había dado orden, el de Juan de Carboneras y se fue
a trabajar. Que el hombre que vio salir de la cárcel es Juan de Alarcón, que
iba en cuerpo.
** Alonso de Alarcón
Dice que el día del señor, siendo las 4 de la tarde, poco más o menos, estando este testigo en la cárcel viendo jugar a los naipes a Juan de Peralta y Juan Pérez que esta preso. Oyó decir a Juan de Alarcón que tenía una llave maestra, este testigo se espantó mucho. Es de edad de 24 años.
** Juan de Peralta y Alancos
Digo que el 15 de este mes día del señor, estando en la cárcel en compañía
de Alonso de Alarcón y Juan Pérez y otras personas, y Juan de Alarcón tratando
como no se había abierto el calabozo segundo, y su llave estaba muy preciosa,
dijo tenía una llave que abría todas las puertas. Juan de Alarcón el sábado 7
de este mes, a las 5 de la mañana se salió de la cárcel por la puerta. Es de
edad de 34 años.
Cuenca 15 Julio 1634 ante el sr. D. Miguel de Paternina, provisor de dicho
obispado. Por las preguntas siguientes se examinan los testigos presentado por
Juan de Alarcón si sabe que, en 17 junio, estando el dicho Juan de Alarcón
metido dentro de la iglesia mayor parroquial del sr. Santiago, retenido y
gozando de la inmunidad de la iglesia. Entro en ella D. Antonio de Quiroga
acompañado de alguaciles y ministros, y por fuerza y con violación, dentro de
dicha iglesia prendió a Juan de Alarcón y lo saco de ella, y llevo a la cárcel
red, con mucha nota y escándalo.
Sentencia, No debe gozar de la inmunidad eclesiástica que pretende, porque,
aunque consta haberle sacado de sagrado, no por eso debe gozar dicha inmunidad.
Pues constando de los autos la gravedad del delito, por dar muerte a un
sacerdote, quebrantando la cárcel y fugarse con llaves maestras. Es cosa llana
no poderse valer del remedio de la inmunidad.
Autores;
Juliana Toledo Algarrra
Sebastián Hernández de Luján
Bibliografía
Archivo Diocesano de Cuenca. Curia. Proceso de Juan de Alarcón.
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