TESTAMENTO EUGENIO CONEJERO,MERCADER DE LANA, Y DE SU ESPOSA Dª EUGENIA SALMERON 1578

 

TESTAMENTO EUGENIO CONEJERO,MERCADER DE LANA, Y DE SU ESPOSA Dª EUGENIA SALMERON

En el nombre de ntro sr Jesucristo y de la santísima virgen María su madre, sepan cuantos esta carta de testamento vieren como nosotros Eugenio Conejero, regidor de la ciudad de Cuenca y receptor del sto oficio y Dª Eugenia Salmerón su mujer vecinos de la ciudad de Cuenca, estando sanos y en nuestro juicio, memoria y entendimiento , confesando como confesamos el misterio de la santísima Trinidad, padre hijo y espíritu santo, tres personas y una esencia, y todo aquello que tiene y confiesa la santa iglesia romana debajo de católica fe y creencia. Protestando vivir y morir con esta fe e invocación divina, hacemos y ordenamos este nuestro testamento, ultima voluntad en la forma y orden siguiente.

- Primero encomendamos nuestras animas a ntro sr redentor Jesucristo, dios y hombre verdadero, que las crio y redimió por su preciosa sangre y pasión.

- Mandamos que el día que nuestro sr fuere servido de nos llevar de esta presente vida, que nuestros cuerpos sean sepultados en la iglesia del monasterio de monjas de ntra sra de La Concepción de esta dicha cuidad de Cuenca, que esta junto a nuestra casa. En la capilla de ntra sra Sta. Ana que nosotros tenemos y hemos edificado en la dicha iglesia del dicho monasterio. Y que el día de nuestro enterramiento que nuestros cuerpos sean sepultados, el mío de Eugenio Conejero con el habito de ntro sr S. Francisco , a quien tenemos por nuestro abogado y suplicamos interceda por nosotros a ntro sr Jesucristo que haya misericordia de nuestras animas, y las lleve a su santo reino para donde fueron criadas. Y yo la dicha Dª Eugenia Salmerón mando me entierren con el habito que tengo en mi casa de ntra sra de la Concepción , a quien suplicamos interceda a su precioso hijo mtro sr Jesucristo, nos perdono nuestros pecados y haya misericordia de nuestras animas.

- Mandamos y decimos que nosotros somos cofrades de la cofradia de ntro sr S. Pedro Martir que hace el sto oficio de Cuenca y familiares de el, así mismo somos cofrades del cabildo del sr S. Miguel, y el cabildo de S. Pedro y del estado de hijosdalgo, para que los dichos cabildos acompañen nuestros cuerpos en el enterramiento con la cera que se tiene de costumbre.

- Mandamos que el día del enterramiento de cada uno de nosotros se vistan 12 pobres, 6 mujeres de paño blanco y 6 hombres de paño pardo , y estos pobres sean los que les pareciere a nuestros cabaceleros quieran, que sean los más pobres.

- Pedimos por merced al guardián de S. Francisco de esta ciudad, que saque la cruz de su iglesia y con ella se haga nuestro enterramiento, atento que somos hermanos de los dichos frailes , y que tienen cargo y administración de dicho monasterio de La Concepción, donde nosotros tenemos la dicha capilla y enterramiento.

Y que el dicho guardián y frailes que fuere su voluntad, vengan a rogar a dios por nosotros y que se les de la limosna que a nuestro cabaceleros les pareciere, y si el dicho guardián no quisiere sacar la dicha cruz de su iglesia por no ser costumbre, que nuestros cuerpos sean sepultados con la cruz de nuestra parroquia del sr S. Esteban .Y pedimos por merced a los curas beneficiados de esta ciudad, se hallen en nuestro enterramiento a rogar a dios por nosotros, y se les su derecho acostumbrado, y que el dia del enterramiento de cada uno de nosotros, se nos digan unos oficios de 3 lecciones en el monasterio con su misa como se tiene costumbre.

Y aquel día si fuere hora de celebrar se nos digan todas las misas que se puedan decir en el dicho monasterio de La Concepción, y en los monasterios de S. Francisco, S. Pablo, de ntra sra del Remedio , y en el de ntra sra de La Merced, y en las parroquias por los curas y beneficiados y clérigos que puedan decir, y si aquel día no fuera hora de celebrar se digan al día siguiente, y se les de real y medio de cada misa.

- Mandamos que hecho nuestro enterramiento se nos digan a cada uno de nosotros en el dicho monasterio de La Concepción un novenario de misas, y que en el novenario se de la limosna que a nuestros cabaceleros les pareciese. Y decimos se de de limosna a dicho monasterio 6 carneros, medio cahiz de trigo y 6 @ de vino, y esto por cada uno de nosotros. Y si los dichos frailes nos enterraren, que ellos mismos hagan el oficio de la novena y si el enterramiento lo hicieren los curas y beneficiados, que ellos hagan el novenario, como dicho es.

- Mandamos que durante un año cada día se nos diga una misa en nuestra capilla del monasterio de La Concepción, y esta misa la diga un clérigo y un fraile a voluntad de nuestros cabaceleros y se les de la pitanza que les pareciese.

- Mandamos que al cabo de año de nuestro enterramiento se nos digan unos oficios de 3 lecciones, misa y ofrenda de pan y vino y 2 carneros como esta dicho en el novenario.

- Mandamos que a cada uno de nosotros se nos digan 200 misas por nuestros padre y hermanos y por aquellos que tenemos cargo de rogar, y si fuere posible se nos digan en el monasterio de La Concepción por los frailes y clérigos que a nuestros cabaceleros pareciese.

- Durante el año de nuestro enterramiento se lleve por cada uno de nosotros , nuestro añal de pan y vino y cera lo que a nuestros cabaceleros pareciese, y este añal lo haga llevar por el primero que muriese por el que quedare vivo, y cuando muera lo haga llevar nuestra hija Dª Magdalena de la Mota.

Solar en la que estuvo la casa del matrimonio Conejero Salmerón en Cuenca

- Mandamos a María de Salmerón sobrina de Dª Eugenia Salmerón, 700 ducados para ayuda a su casamiento, y rogamos a nuestra hija Dª Magdalena que si antes de casarse nosotros morimos, la tenga en su compañía hasta que se case, atento al deudo que con ella tiene y su buena inclinación y que es huérfana. Y que estos 700 ducados no se les den hasta que se case, y si quiere tomar estado de monja no le den más de 500 ducados.

- Mandamos a Antonio mudo, hermano de la dicha María Salmerón 140 ducados, los cuales se den a censo, y la renta de ellos sea para ayuda a su sustento, y se les den de los censos que nosotros tenemos. Y si no se casare ni tuviere hijos legítimos, vuelvan a nuestro mayorazgo después de sus días. Y esto después de muertos nosotros dos, porque el que quedare de nosotros lo tendrá en sus días sustentado y vestido como hasta ahora lo tenemos.

- Mandamos a la viuda de Hernando Manzano vecina de esta villa 15.000 mr, los cuales se le den el día del fallecimiento de Dª Eugenia Salmerón, porque es pobre, para ayuda a pasar su vida.

- Mandamos se de a María de Jesús, monja del monasterio de S. Pedro de esta ciudad 20 ducados, si es viva al tiempo que Dª Eugenia Salmerón muriese, y se le den porque ruegue a dios por nuestra alma.

- Mandamos se den a Catalina y Cecilia de La Mota a cada una 6 ducados, monjas en el monasterio de S. Pedro, y a Mariana monja en la orden de S, Benito otros 6 ducados. Otros 6 ducados a Ana de la Cámara y a Magdalena de Valdés monjas de La Concepción. Y esto lo mandamos muriendo cualquiera de nosotros, y esto les mandamos por el amor que les tenemos y porque rueguen por nosotros.

- Mandamos a Ana García vecina de Albalate, mujer de Santa María, le den 6 ducados , por el amor que le tenemos y porque ruegue a dios por nosotros.

- Se den a Pedro de Iniesta 6 ducados , porque es pariente de Dª Eugenia , si los cabaceleros prefieren darle un cahiz de trigo, sea lo que quieran.

- Mandamos se le de a la de Marcos de Aragón 6 ducados o 1 cahiz de trigo lo que quieran los cabaceleros.

- Mandamos se den otros 200 r a pobres vergonzantes , por cierta restitución que no sabemos a quien se ha de hacer .

- Mandamos a Julianica huérfana que nos echaron a la puerta y la hemos criado desde que nació, que sirva a D. Francisco de Zúñiga y a Dª Magdalena nuestra hija , hasta que sea de edad de casarse, y que el día que nosotros muriesemos le den 50 ducados, muriendo el ultimo de nosotros y sea en censo.

- Mandamos a Ana de Mota nuestra criada el día que se case, siendo con nuestra licencia, 15.000 mr para ayuda a su casamiento, y le den una cama de ropa sin colchón, una manta y 2 sabanas, 1 jergón y la madera de dicha cama, y esto porque no pida servicio, porque su madre lo tiene cobrado, y los vestidos se le irán dando hasta que case.

- Mandamos a Isabelica hija de Sebastián Bueno vecina de Palomera, y a Catalinica nuestras criadas, a cada una 20 ducados para ayuda a su casamiento , esto además de su soldada.

- Se de a Diego de Santiago y a Alonso López, tundidores , a cada uno 8 ducados porque fueron nuestros criados , y rueguen a dios por nosotros.

- Se de a Andrés Maeso criado que fue nuestro, 8 ducados y hacemos gracia de los dineros prestados que nos debe.

- A Pedro Mtnez que fue casado con una criada nuestra, 10 o 12.000 mr que debe por una cedula de dineros prestados que le dimos.

- A María del Villar, mujer de Martín Pérez, 8 ducados atento que nos sirvió muchos años y por el amor que le tenemos, y porque ruegue a dios por nosotros.

- A Catalina del Villar, mujer de Martín de Colmena, nuestra criada que fue muchos años, 40 ducados poco más o menos que nos debe el dicho Martín de dineros prestado y alquiler de casas.

- Mandamos se de a Julián de la Mota 10.000 mr por el amor que le tenemos y haberlo criado en nuestra casa.

- A Luís Escudero 7.500 mr para ayuda a criar a sus hijos y le encargamos ruegue a dios por nosotros.

- A la de Francisco López, tundidor, 20 ducados para ayuda a casar una hija que tiene.

- A la Guijarra, viuda que al presente esta en nuestro servicio 10 ducados además de su soldada.

- Mando yo Eugenio Conejero se les de a mis pajes y lacayos un vestido de luto de bayeta.

- Declaramos que Bordallo de Mariana, clérigo de esta ciudad, tuvo pleito con Villaviciosa su sobrino, sobre cierta cuantía de mr y la sentencia dio razón a Bordallo.

- En los libros de cuentas hallaran lo que nos deben de Medina del Campo y otras muchas partes por obligaciones, se cobre lo que deben.

- Yo Eugenio tengo puesto en confianza poder de Juan Conejero, vecino y receptor de esta ciudad, ciertas cosas, le encargo lo haga como le tengo dicho.

- Mandamos a Pedro de Urgenio hijo de mi Eugenio Conejero, una casa con un tinte que tenemos arrimada a la parte de abajo de nuestra casa que tenemos junto a La Concepción , en la ribera del Huecar que alinda con nuestra casa y por la parte de abajo con casa de Miguel de Huete y con huerta del dicho Miguel de Huete, y por delante con la calle pública que esta entre el Huecar y dicha casa.

La cual dicha casa, tinte, corral y caballerizas que tiene, le mandamos con carga de 1.000 mr que tiene de censo el abad de Santiago sobre ella y la que nosotros tenemos. Cargamos el censo sobre dicha casa y dejamos libre la nuestra. Y pague los dichos 1.000 mr cada año al abad de Santiago.

Y sus hijos y herederos no puedan pedir al que habite en nuestra casa tapen ventanas que caen sobre la casa, y ha de recibir el agua de nuestros tejados y el agua de las crecidas del rio Huecar, que ha de pasar por dicha casa y tinte, porque tiene sobre ella los que van por la huerta de Miguel de Huete que esta más bajo que la dicha casa.

Y el dicho Miguel de Huete esta obligado a dar paso a dicha agua llovediza como de crecidas por dicha huerta, como siempre ha pasado y pasa, además de la posesión y costumbre antigua que de ello tenemos hecha escritura. Además Pedro Urgenio ha de dar paso al agua que fuere menester para regar la huerta y jardín que tenemos junto a nuestra casa , y que por la balsa del tinte desde allí se ha de encanar el agua para la huerta, en cualquier tiempo de noche y de día que quisiéramos, nosotros y nuestros herederos. Y la cuna que tiene para el tinte no la pueda arrimar a nuestra casa ni pared de la huerta, ni la hacine en alto que haga sombría a nuestras ventanas, ni pueda levantar pared del corral más alta de como ahora esta.

- Mandamos al dicho Pedro Urgenio el heredamiento, casas, pajares, eras y terrenales y todos los bienes raíces que tenemos en Sotoca aldea de esta cuidad de Cuenca, que compramos del canónigo Bartolomé Muñoz, primero fueron de Diego de Ressa, que son hasta 4,5 yuntas de heredad.

- Le mandamos el hocino que tenemos en tarros , que esta bajo las peñas mas adelante de la inquisición que ahora se hace, el dicho hocino era de Juan de Mariana , que me hizo donación y además pague por el más de 300 ducados de deudas que debía, con carga de 2 r. que tiene de censo y diezmo y se pagan a S. Nicolás y S. Andrés, y los ha de pagar Pedro Urgenio, porque están cargados sobre la casa y tinte.

Y el dicho Hocino se lo mandamos por vía de patronazgo, para que lo tenga y posea en sus días y después su hijo el mayor, y se llame Urgenio Conejero, y si no tuviere hijo varón lo herede su hija mayor y que se llame María de la Mota, como la madre de mi Eugenio Conejero.

Si Pedro de Urgenio no tuviese hijos, todos los bienes declarados vuelvan al mayorazgo que adelante haremos. Si tuviese hijos hereden con el cargo de decir una misa cada semana los sábados por la mañana de ntra sra a cargo de nuestras animas, de nuestros padres y de los que tenemos obligación. En la capilla que hemos hecho encima de la puerta de Valencia , en el retablo de ntra sra sta Ana y S. Eugenio, y Sta. Eugenia, y la hemos reedificado y hecha todo de nuevo para que se pueda decir misa , y además nos haga una fiesta el día de la natividad de ntra sra que es el 8 Septiembre, y esta fiesta la haga en la capilla que tenemos en el monasterio. Y los bienes no se le den hasta después de los días de mi Eugenio Conejero.

- Mandamos también a Pedro de Urgenio 1.300 ducados de 11 r. cads uno, y se le den después de un año del fallecimiento.

- Mandamos el regimiento de Cuenca que yo Eugenio tengo y puedo mandar por vía de testamento y tengo facultad de su majestad , se lo mando a mi hijo Pedro de Urgenio para después de mis días.

- Las mandas a Pedro de Urgenio deben darse de los bienes mios de Eugenio Conejero .

- Mandamos Juan Conejero vecino y receptor de la ciudad de Cuenca 400 ducados de 11 r. cada ducado para cierto descargo que le tengo comunicado.

- María de la Mota mi madre de Eugenio dejo 2 misas que se digan perpetuamente en el monasterio de la Concepción, donde esta enterrada junto con mi padre Eugenio Conejero, y después trasladamos sus huesos a nuestra capilla de Sta Ana, donde se dicen y deben decir por los frailes de S. Francisco, y se dicen el lunes de cada semana por las animas del purgatorio y la otra el viernes se dice del oficio de la cruz, y estas 2 misas están cargadas sobre 2 ó 3 yuntas de heredad que se compraron en Mariana con unas casas y un pajar, que se cayo, y las tierras son 378 al. que se compraron de Luís de Cuenca y su mujer y de Francisco Romero. Y costaron 114.125 mr. y mi madre me nombro por patrón, y para mi hijo mayor, y sus sucesores. Mi hijo mayor fue Eugenio Conejero que en gloria haya y se caso con Dª María Jaraba y tuvieron por hija a Dª Eugenia nuestra nieta, que representa a su padre.

- Así mismo la dicha María de la Mota dejo por vía de patronazgo que se diga todos los sábados una salve delante del retablo de ntra sra Sta Ana, que esta encima de la puerta de Valencia, que nosotros hemos reedificado y gastado muchos mrs. en ello, que se haga una fiesta el día de Sta Ana y se haga ofrenda de pan y vino y cera en el dicho monasterio, y para ello dejo una viña y un palomar cercado de calicanto, que esta donde dicen Cabeza Molina, cerca de esta ciudad. Y una viña y haza que esta más de la fuente el canto, en el termino de esta ciudad. Y todo esto recae en nuestra nieta Dª Eugenia.

- Mandamos que de la renta del mayorazgo que dejamos a nuestra hija Dª Magdalena mujer de D. Francisco de Zúñiga y en su hijo D. Eugenio nuestro nieto, hagan decir 4 misas en nuestra capilla de Sta. Ana, en el monasterio de la Concepción, y en cada misa se diga un responso sobre nuestra sepultura, y las misas se digan por nosotros y por nuestros padres y hermanos.

- Mandamos que a costa de nuestros bienes, nuestros cabaceleros hagan un traslado de este testamento y den una copia a la abadesa y monjas de la Concepción, para que por virtud de el cobren lo que aquí se declara.

- Mandamos a dicho monasterio 6 @ de aceite para la lampara que arde delante del sto, sacramento.

- Yo Eugenio soy curador de Eugenio, mi sobrino, hijo de mi hermano Pablo Conejero y de la sra Teresa de Pedraza, deseo no haya pleitos en ello.

MAYORAZGO

- Casas de morada con jardín y huerta en la ribera rio Huecar.

- Privilegio de su majestad de juro de 20.000 mr el millar sobre las alcabalas de la ciudad de Cuenca.

- Otro privilegio de un juro sobre Villarejo de Fuentes sobre las alcabalas de dicho lugar.

- Otro privilegio de un juro sobre las alcabalas de la villa de la Olmeda.

- Otro juro sobre Villar del Saz de Navalon.

- Otro sobre las alcabalas de Sta María del Campo.

- Sobre le Quintanar de Villanueva de la Jara, están cargados 240.000 mr de censo.

- En dicha villa sobre Matías de Tébar, Francisco de Oñate el viejo y Águeda López su mujer 16.071 mr de censo.

- Sobre las carnicerías de la ciudad de Cuenca 80.357 mr.

- Sobre el Ahori de la ciudad de Cuenca 13.391 mr.

- Sobre la villa de Minglanilla 100.713 mr.

- Sobre Cañada del Hoyo 56.250 mr.

- Sobre la villa de Tarazona 3.750 mr.

- Sobre la villa de Las Pedroñeras 37.500 mr

- Sobre Gascueña, aldea de Huete 57.258 mr.

- Sobre Enguidanos 48.216 mr.

-Sobre un horno y unas casas que están en la calle que baja de S. Miguel en esta ciudad 400 mr.

Esto se paga cada año de réditos por dinero prestado.

- En Mohorte 2237 al. en tierras, con 7 pares de casas , un palomar poblado, eras , pajares, huerta cercada.

- En La Melgosa 1.170 al. de tierras con 6 pares de casas , unas principales que nosotros hemos edificado, con las eras y huertos .

- En Ballesteros 3 yuntas de heredad y 6 yuntas que compramos , le dimos las 3 a mi hermano Andrés de la Mota, y la casa que con la heredad compramos se hundió toda , y Andrés de la Mota no quiso hacer casa y la hicimos nosotros de nuevo y es nuestra, más los pajares que allí tenemos.

Y por ello pagamos al marques de Cañete cada 7,5 fanegas de pan por medio de trigo, y otro tanto paga mi hermano.

- Viña donde dicen Cabeza Molina, que la surca el camino que va a Cañete por delante, la compramos a Quílez de Villalba.

- Haza junto a S. Roque que tiene una noguera de 3 al.

- Haza donde dicen Buenavista que linda con el camino de Mohorte, de 90 al. Que todo el heredamiento que tenemos en la ciudad de Cuenca y alrededores son 243 al.

- 5 pares de casas juntas que tenemos y hemos edificado junto a S. Agustín que alindan por una parte con las peñas que caen al rio Huecar y por la otra parte la entrada a S. Agustín y a las espaldas corral y huertas de S. Agustín y por delante con una placeta que hicimos para dichas casas.

- Regimiento de la ciudad de Cuenca que compramos a D. Francisco de Zúñiga nuestro yerno.

- Después de nuestros días suceda en el nuestra hija Dª Magdalena de la Mota, mujer de D. Francisco de Zúñiga sr de Villora. Después su hijo D. Eugenio.

- Decimos que al tiempo que caso nuestro hijo Eugenio Conejero con Dª María Jaraba se hizo concierto y entre ellos mandamos a nuestro hijo 20.000 ducados y aseguramos le venían de su legitima. Se pague a su hija 2.000 ducados sobre los 2.500 ducados que dimos a nuestro hijo para comprar las joyas que le dio a la dicha Dª María su mujer, y para una tapicería que compro y una argolla guarnecida de oro, y otra argolla grande de oro que nos costo 380 ducados. Y otros muchos oros de brazaletes, anillos, cinta de talle, cadena de oro, corneta de coral engastada en oro muy rica. Botones y puntas de oro y de cristal guarnecidas en oro. Y en dineros contantes. Y tras la partición de los bienes de nuestra nuera que se hizo con Peroche de Guzmán quedaron 17.500 ducados que serán para nuestra nieta.

- Decimos que al tiempo que casamos a nuestra hija Dª Eugenia de Salmerón con Pedro Chico de Guzmán le mandamos en dote 7.000 ducados. Mandamos a su hija Dª María otros 3.500 ducados siempre que no se meta monja ni en ninguna religión.

- Dejamos como cabaceleros uno al otro y a Andrés de la Mota hermano de Eugenio, y a D. Francisco de Zúñiga nuestro yerno y a Pedro de Ochoa comendador de S. Antón de esta ciudad.

Cuenca 16 Julio 1578.

Autores

Juliana Toledo Algarra

Sebastián Hernández de Luján