María Saiz López del Pozo Seco Tébar "tanto monta"


Hasta el momento siempre habíamos leído como los grandes patrimonios estaban en manos de hombres de ilustres apellidos, profusos en expedientes de hidalguías, caballerías, cargos públicos o familiaturas. Tal vez, sabemos mucho de esos linajes por que se avecindaron 300 o 400 años tras reconquista. Pero qué pasa con aquellos que ya vivían allí, ¿Quiénes eran?, ¿Dónde vivían?, ¿De dónde procedían?, ¿Cómo eran sus haciendas y sus relaciones familiares?. Una gran fuente de información sobre aquellas primeras familias que pasaron a ocupar el valle del Valdemenbra son los expedientes de las distintas capellanías y vínculos fundadas alrededor de sus enterramientos y bienes. Edificados siempre en pos de una suerte de inmortalidad.

Un caso paradigmático fue el de María Saiz (Sánchez) Tébar del Pozo Seco, a la que a ella misma se le podía aplicar el lema de los católicos “tanto monta”, ya que supuso la unión de dos familias colonizadoras que dio como resultado la fusión de una gran fortuna.

María, que nació alrededor de 1.545, fue la única hija del matrimonio formado por Benita López de Tébar Saiz de la Jara y de Juan Saiz del Pozo Seco, nieta materna de Martín López de Tébar García y de María Saiz de la Jara. De los abuelos paternos preferimos no hablar en este momento hasta no comprobar la información que disponemos. 

Nuestra protagonista casó con su tío abuelo Pedro López de Tébar Saiz del Cañavate en 1.570. A nuestros lectores no se les escapará la fuerte relación familiar de María en la sociedad jareña de aquella época y por eso y para facilitar la comprensión de su genealogía vamos a mostrar un árbol que ayude al lector a entenderla. Nos hemos tomado la licencia en algunas ocasiones de dar el nombre y los dos apellidos de algunos personajes para una filiación más sencilla.

Árbol Genealógico de los López de Tébar de Villanueva de la Jara

María, testó en Villanueva de la Jara en 1.603 ante el escribano Poblete. Ella dejó escrito que se la enterrara en la capilla de San Gregorio que fundara su abuelo el regidor Martín López de Tébar. Esta capilla estaba situada a mano derecha del evangelio, especificando, en una manda, que quería descansar en la sepultura de la madre de Martín (María García) y que se celebraran por su alma 2.000 misas. 

Como heredera única de su madre repartió todos sus bienes maternos, al no tener hijos, entre sus tíos y sobrinos, mientras que aquellos bienes que tenía vinculados de su padre los repartió entre los tres hermanos del padre Juan Saiz del Pozo Seco. Del reparto de la nada despreciable hacienda paterna y de su desmembramiento en tres vínculos diferentes encaminados a mantener en el tiempo el apellido Saiz del Pozo Seco hablaremos en otra publicación.

Los herederos que María estableció para sus bienes maternos fueron;
  • Elvira López de Tébar mujer de Pedro Lucas Paños y sus hijos Francisco Lucas Tébar, Pedro Lucas, Elvira López de Tébar casada con Manuel Ojeda y María Lucas viuda de Pedro López de Mondéjar.
  • Andrés López de Valera, Alférez de Villanueva de la Jara
  • Martí Ferrer de Plegamans esposo de Ana de la Ossa
  • Alonso de Valera
  • Agustín de Valera
  • Alonso Saiz del Pozo Seco
  • Andrés Saiz del Pozo Seco
  • Juan López de Gabaldón
  • Jorge López de Gabaldón vecino del lugar del Pozo Seco
  • Ageda López mujer de Pedro García y hermana de Juan Saiz del Pozo Seco

Debido a la cuantía y variación de los bienes, se nombraron diferentes peritos que comenzaron su labor el  el 15 de marzo de 1605, siempre se contó en aquellas valoraciones con la presencia del alcalde ordinario de la villa Pedro de Arrostegui y del notario Antonio de Poblete, quedando el procedimiento de la siguiente manera;

Valoraciones de las EDIFICACIONES correspondió a Diego Aroca y Gaspar Cardós que tasaron:
  • Casa de morada en la Jara que lindaba con Diego López, Ángela de Nuévalos, otra casa de la fallecida donde viven los Almodóvares padre e hijo y dos calles públicas en 55.741 reales.
  • Casa pegada a la anteriormente citada valorada en 2.450 reales donde viven los Almodóvares.
  • Miradores en la plaza de la Villa valorados en 1.660 reales.
  • Casa con molino aceitero en el lugar del Pozo Seco que antes era de Alonso López por 1.476 reales.
  • Corral en el lugar del Pozo Seco que antes era de María Navarra por 474 reales.

Valoración en la casa de morada de Villanueva de la Jara:
  • ROPA valorado por Gines Prieto y Juan Prieto como sastres.
  • REPOSTEROS Y ALFOMBRAS por Juan Simarro y Andrés García como tapiceros. Destacando entre las numerosas alfombras, dos reposteros unos con dos escobas y el otro con dos salvajes.
  • LIENZOS Y COSAS DE MUJERES por Francisca de Anguix e Isabel Gómez vecinas de la villa. Entre la gran nomina de objetos valorados encontramos, guantes de mujer, un cinto de terciopelo con 17 perlas, camisas, toquillas de varios colores, paños, peines, puños de varios materiales, servilletas, servilleteros, manteles, tijeras, platos de Villarrobledo, jarras de Cuenca, tazas de vidrio, media arroba de arroz, 15 libras de lana azulada y otras tantas de blanca, media libra de pimienta, 11 libras de azafrán, 33 libras de seda liadas y por liar, medio Salón y 3 puercos a 26 ducados cada uno.
  • MADERAS por Gaspar Cardós y Diego de Aroca. Entre los muebles de pino y nogal se tasaron, algunas camas, bufetes, arcas, mesas y sillas de cuero junto con otros bienes más cotidianos como palas, tornajos y hasta 4 carretadas de leña.
  • ESPADAS por Juan de Aroca que tasó una espada en 50 reales, una daga y un puñal.
  • HIERROS por Salvador Calderero que tasó varias sartenes, la más grande por un ducado, varias ollas, rastrillos de lino, un brasero, y varios platos de peltre.
  • ORO Y PLATA por Juan López de Ruypérez, platero. Tasó entre otras cosas un jarro de 17 onzas, un cuchara de plata de 7 onzas, un tazón, una taza, una tijera de plata, una cadena de oro de 440 onzas, una sortija de oro, 10 cuentas de ámbar, un botón de cristal y varios adornos de coral.

Valoraciones de TIERRAS EN ALARCÓN (HEREDAD DE PIERDRANOS) por Alonso García de Carretería y Diego López de los Olmos y los peritos alarifes Gaspar Cardós y Diego de Aroca. La localización de las tierras que lindaban con predios de las Casas de Andrés Clemente, Juan de Mondéjar y Benito Pardo en el antiguo término de Alarcón y entre el camino que van de Tarazona a Madrigueras y el que va a Gil García, nos permite situarla en lo que hoy es conocido como el paraje de Casa Ferrer. Antes esta heredad fue conocida como Pies de asnos y perteneció en 1.481 al regidor de Villanueva Pedro López de Tébar, abuelo de la fallecida. Los peritos tasaron la finca en 1.019 almudes, 12.000 vides y 400 olivas. Pierdranos contaba con era, lagar, casa de labor, bodega, jaraíces, pajares y palomar. Además, contaba con una ermita dedicada a San Agustín con retablo y pinturas. Entre la larga lista de enseres que contenía aquella casa de labor se encontraban 20 fanegas de trigo, 60 de cebada, 42 de centeno, 1.200 arrobas de vino, 20 carretadas de paja, diversas arcas pintadas, artesas, tornajos para lavar y para gallinas, calderas, un puñal con su vaina, morteros, espuertas, almudes viejos y nuevos, 40 tinajas grandes y pequeñas, dos arneros, azadas, candiles, arcas de pan, diversas camas, mesas, varios libros uno de ellos de la vida de Fray Luis y otro titulado arte de vivir bien, misales, paños de altar y una hasta una casulla.

Valoración de las TIERRAS EN LA BURRUECA por Alonso Pérez de la Carreta y a Diego López de Olmos que tasaron 327 almudes a una media de 12 reales cada uno y un haza con 2.000 cepas. Las parcelas oscilaban entre 4 y 43 almudes y sus linderos eran con el camino del Peral y de Pozoseco y tierras de Alonso Saiz del Pozo Seco, Pedro López de Chavarrieta, Andrés de Alarcón, herederos de Castillejos y el paraje de las pedrizas.

Valoración de las TIERRAS EN EL PERAL se tasaron por los mismos peritos 308 almudes que variaron entre 11 y 30 reales cada uno con diferentes precios en función de estar sembrados o en barbecho. Su localización estaban hacia el lugar de Pozo Seco.

Valoración de la casa de morada de Pozo Seco
  • APEROS DE LABOR, AGRÍCOLAS Y OTROS HIERROS por Asensio Garrido y Pedro Cebrián como herreros y Francisco López Motilla como pesador, Alonso Pérez de la Carreta y a Diego López de Olmos valoraron una infinidad de escaleras, palas, azadas, azadones, costillas para carros, además de 16 arados a 270 reales, 2 carros de madera a 150  reales cada uno, un carro más grade valorado en 270 reales al que llaman “El Señor”. Además los peritos se las vieron con diferentes orcas de ablentar, palas de eras, cedazos, harneros, colleras de carros y varias carretadas de paja y leña, un cacín, un medidor de vino, 26 tapaderas de tinajas, 16 arrobas de aceite, 6 pares de mulas (pardas, rubias, cerradas, castañas, prietas, ruanas y 5 carros, 17 arados, 4 yugos, un badil, dos asadores, varias tinajas y veinte candiles.
  • ALAMBRES por Salvador Calderero que tasó diferentes platos de peltre, calderas, ollas y sartenes de varios tamaños, algunas pesas grandes y otras de arroba.
  • MADERAS Y OTROS ENSERES por Gaspar Cardós, Gines Prieto, Francisco López, Pedro Cebrián, Asensio Garrido valoraron entre otras cosas 36 tapas de tinajas, varias camas encajadas, 4 arcas con y sin cerraduras, un tornajo de aceite, un lanzón, varias artesas, una pala de horno, varios sillones, sillas y mesas, dos almudes uno de ellos herrados y dos pilas de piedra a la puerta del molino de aceite, cuarenta cobijas de colmenas, dos carretadas de madera de pino, tres canastos de mimbre, 50 fanegas de aceitunas, un lacón, 45 fanegas de trigo, 4 de cebada, 12 de avena, siete libras de judías, un paramento del palacio del pozo.

Valoraciones de las TIERRAS DE LA HUERTA DE LA JARA Las tierras de la vega de la Jara fueron tasados por Juan de Beamud y se encontraban entre los dos caminos del Peral que alinda con María de Monteagudo, Juan Prieto y herederos de Julián de Ruypérez. La heredad tenía 730 árboles de diferentes tamaños que valían entre 1 y 8 ducados cada uno, 2.447 vides y dos trozos de tierra al otro lado del riato valorados en 16 ducados.

Valoración de la GANADERÍA fue tasada por Juan de Beamud y Juan García que valoraron 56 colmenas vivas a 12 reales cada una, 5.401 ovejas valoradas en 7.472 reales, 14 moruecos, 30 primalas, 314 borregas, una borrica con su cría valorada en 11 ducados, un borrico tuerto, otro de 30 meses, otro llamado “AJENAZAS”, otro de capa blanca, otro de capa parda al que llamaban “ANTONLOPEZ” y un último borrico al que llaman “El BLANQUILLO”.  Además, tasaron dos tainas, 30 perros de ganado en 6 ducados, dos caballos uno rubio de 6 años y un castaño cerrado a 50 ducados.

Valoración del Oficio de regidor de Villanueva de la Jara valorado en 500 ducados que ejercía su marido.

La tenencia de tierras en la Burrueca por parte de los López de Tébar no es casual, ya que en esa zona existe un asentamiento romano, seguramente con una base íbera anterior, que ya fue señalado por Mateo López en el siglo XVIII (García Moratalla, 2003). Estos pobladores ya sin duda habrían roturado y cultivado aquella cañada que hasta al menos en 1.796 y según Mauricio López disponía de una buena emanación natural de agua. Lo que induce a pensar que ese pago pasaría con el tiempo a manos visigodas, luego árabes y por último se repartiría entre los colonizadores. En las inmediaciones de la Burrueca, en una cota superior, se encuentra la zona conocida como Los Centinelas donde existe los restos ruinosos de un torreón de vigilancia que aún no ha sido datado.


Camino conocido como de la Burrueca (actualmente de Cardós) desde Pozoseco

Desde el paraje de la Burrueca sale un camino que ha desaparecido en su gran parte que llevaba al lugar del Pozo Seco, que era otra villa romana y de allí, sale un camino hacia Valhermoso donde se conoce la existencia de una necrópolis adjunta a la villa (Castelo et al. 2000). Otra de las villas romanas localizadas hoy en día y cuyo paraje y propietarios ha sido descrita en varias ocasiones por (de la Rosa ) es la conocida como "La Escobosa", en el término del hoy municipio de Tarazona, que resultaría de la ampliación de la explotación de las tierras del margen izquierdo del Júcar a partir del siglo I (Sanz 2002).



AUTORES
Sebastián Hernández de Luján
Juliana Toledo Algarra



Nota: mostramos nuestro agradecimiento a Emilio Luján por la ayuda con algunos textos.

BIBLIOGRAFÍA

de la Rosa Ferrer I. 2019. VIDA Y OBRAS DE JULIÁN DE INIESTA: LA HPNRA DE UN LADRÓN. HISTORIA DEL CORREGIMIENTO DE SAN CLEMENTE (CUENCA).
de la Rosa Ferrer I. 2019. EL DIFÍCIL NACIMIENTO DE LAS VILLAS DEL VALLE DEL VALDEMENBRA FRENTE A ALARCÓN, 1481. HISTORIA DEL CORREGIMIENTO DE SAN CLEMENTE (CUENCA).
Mauricio López T. (1796). GEOGRAFÍA HISTÓRICA MODERNA POR DON THÓMAS MAURICIO LÓPEZ. Ed Viuda de Ibarra. Madrid Tomo II.
Poblete A. 1604. MEMORIAL DE LA PARTICIÓN DE MARÍA SAIZ LÓPEZ DEL POZOSECO TÉBAR. Fondo Notarial FN 12.2 AHMVJ.
R. Castelo, A. Torrecilla, M. Aguado, C. Bango, R. Arribas, C. Sierra (2000). ARQUEOLOGÍA EN LA COMARCA DE LA ALCARRIA CONQUENSE. EL YACIMIENTO DEL EL CERRO DE ALVAR FAÑEZ (HUETE, CUENCA). CuPAUAM 26, 2000 pp 95-149.

Sanz Gamo R. (2002). LA DISTRIBUCIÓN DE LAS VILLAS ROMANAS EN LA PROVINCIA DE ALBACETE. Studia E. Cuadrado An Murcia, 16-17, 2001-2002, págs. 351-364.

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